SHATKARMAS

LAS PURIFICACIONES DEL YOGA ANCESTRAL A NUESTROS DÍAS

Los shatkarmas son un conjunto de técnicas ancestrales del Hatha yoga cuyo objetivo es purificar nuestro cuerpo físico y energético.  En este texto queremos hacer una revisión de ésta rama del hatha yoga y como puede ser utilizada hoy en día, actualizando sus métodos, sin perder su fundamento y propósito.

Origen e historia

Los shatkarmas se encuadran dentro de la tradición del Hatha Yoga, que surgió en la India alrededor del siglo XI gracias a los Nath yoguis. El Hatha Yoga fue desarrollado como una rama del yoga cuyas herramientas y  método están orientados a través del cuerpo físico y energético. En textos como el Gerandha Samhita, aparecen como parte inicial del método hatha yóguico, dejando ver la importancia que le daban a empezar a crear condiciones adecuadas en nuestra parte material para alcanzar estados más altos de conciencia.

Beneficios

Entre los beneficios que nos aportan destacamos los siguientes:

  • Ayudar a establecer el equilibrio orgánico liberando al cuerpo de toxinas
  • Facilitar la salud orgánica y alargar la vida en buenas condiciones.
  • Regular equilibrando, tanto física como pránicamente, el funcionamiento de las glándulas internas.
  • Liberar al Vital y al Mental de la influencia exacerbada de la sensorialidad física.
  • Purificar el organismo de las emociones que se han somatizado en él.

«Los shatkarmas son herramientas y técnicas que ayudan al cuerpo a permanecer en óptimas condiciones, algo importante cuando queremos que nuestro yoga se de en medio de la vida»

La necesidad de una evolución

Al igual que toda herramienta, las purificaciones yóguicas han tenido una evolución y una adaptación a los contextos sociales y necesidades de los practicantes. En el contexto Hatha yóguico, hasta bien entrado el Siglo XX, no comienzan a utilizarse herramientas de este tipo en occidente, y su llegada ha ido llegando en ocasiones filtrada por el paradigma de salud y social imperante de la época y lugar. Por otro lado, estas prácticas tienen lazos estrechos con el ayurveda, la ciencia de la salud hindú que contempla el yoga dentro de sus herramientas, practicándose algunas dentro de este marco y que también nos han llegado en los últimos años desde el impulso del ayurveda a occidente.

Esta adaptación, a nuestro modo de ver es necesaria, debido a que las condiciones en las que vivían los primeros Naths que comenzaron a utilizar estas purificaciones no tienen nada que ver con nuestro nivel de higiene y posibilidades de hoy en día. Por ello, purificaciones como vastra dhauti (tragar una tela para limpiar el tracto digestivo superior) quizás hoy en día no sea necesaria o tenemos otras metodologías que cubren ese fin. Sin embargo muchas otras, pueden seguir siendo de utilidad, adaptando sus formas sin perder su objetivo.

«No debemos perder como yoguinis el objetivo final por el que realizamos estas prácticas, crear mejores condiciones en nuestro cuerpo físico y sutil para nuestra sadhana»

Esta evolución sumada a los los diferentes contactos y sinergias con otras disciplinas tanto espirituales como de la salud, hace que podamos considerar como shatkarmas otras técnicas que quizás por el contexto espacio-temporal en el que se recogieron, no se utilizaban y son perfectamente válidas por tener el mismo propósito, como los baños de Salvia o de la purificación de los elementos.

Una mirada desde el Yoga Integral

Así como reconocemos la necesidad de una evolución y una adaptación de las herramientas, no debemos perder como yoguinis el objetivo final por el que realizamos estas prácticas. Crear mejores condiciones en nuestro cuerpo físico y sutil para nuestra sadhana. No podemos dejar caer estas prácticas en la banalidad, utilizándose con fines meramente estéticos o nutricionales, perdiendo por completo su sentido y objetivo al servicio de un mercado o unos valores que distan mucho del objetivo del yoga.

Por otro lado, como deja entrever el Gheranda Samhita, estas herramientas son parte de un método más amplio, complementando el método Hatha yóguico. Por sí solas, serían herramientas incompletas para el objetivo final que se crearon. De ahí que necesitemos entender nuestro método de práctica y el contexto y proporción de cada herramienta que lo conforma.

Por otro lado, auque estas herramientas ayudan a mantener una salud perdurable, no son, por sí solas, una herramienta de salud definitiva como en ocasiones se ha querido mitificar.  En nuestro día a día, nuestras rutinas, hábitos de alimentación, descanso, movimiento etc… van a ser mucho más determinantes que la ayuda de éstas herramientas a nivel de salud.

Llevar el yoga a la vida y poner consciencia en toda las partes que la conforman será el objetivo siempre en nuestro yoga, por lo que no debemos de perder ese ideal que nos inspira en esta senda para integrar estas herramientas de forma adecuada.

Autor

Kavi. Formador de profesores de yoga integral en la Escuela Mahashakti.