Natarajasana significa “Rey de la danza”. Este es un asana de nivel medio que incluye un equilibrio, una extensión lumbar y una expansión del pecho que mejora la movilidad de hombros y omóplatos. Para conquistarla hay que ir desarrollando los anteriores aspectos mencionados, además de la armonía del arquetipo de Lakshmi.

Cuando al empezar a practicarla encontramos dificultad, es habitual inclinar el cuerpo hacia adelante ya que esto puede darnos la sensación de que profundizamos más en la misma. Si queremos realmente avanzar en natarajasana nos resultará de gran utilidad el uso del cinturón.

La practicaremos con precaución en caso de patología lumbar y si tenemos una lesión en la rodilla, cuando esta esté actuando como pierna de apoyo, la mantendremos ligeramente flexionada. Después de practicarla va muy bien realizar Uttanasana como contrapostura.